Hace más de un siglo, la Primera Guerra Mundial llegó a su fin. Sin embargo, incluso después de todo este tiempo, se pueden encontrar varios recuerdos de la guerra en diferentes rincones del mundo. El camino de 52 Túneles (también conocida como La Strada delle 52 Gallerie), construida por el ejército italiano durante la Primera Guerra Mundial, es un sendero envuelto en la niebla para el transporte de animales de carga. Los viajeros recorrerán decenas de oscuros túneles de piedra, cada uno con su propio nombre, a lo largo de este camino que tiene una longitud total de 6.3 kilómetros. Esta famosa carretera se encuentra cerca del Lago de Garda, en la provincia de Vicenza, en la región de Veneto.
El camino de 52 Túneles fue construida para suministrar a las tropas italianas que defendían el macizo montañoso de Monte Pasubio contra las fuerzas austro-húngaras. El ejército enemigo logró capturar la altura dominante en la parte norte del macizo, lo que hacía que la carretera original de suministro estuviera dentro del alcance de la artillería enemiga. Por lo tanto, hubo la necesidad de construir una nueva carretera.
La construcción de esta nueva ruta estratégica comenzó en febrero de 1917 y se completó a fines de noviembre del mismo año. La carretera era absolutamente vital, ya que era la única forma de transportar suministros hasta la cima de la montaña. La construcción llevó menos de un año, sin tecnología moderna ni máquinas especializadas disponibles. La principal herramienta utilizada fue la explosiva, y la principal fuerza laboral consistió en zapadores.
Más de la mitad de la carretera está compuesta por túneles, cada uno de los cuales recibió su nombre de los constructores. Todos los túneles varían en tamaño, siendo el más largo de 318 metros y el más corto de solo 8 metros de longitud. Algunos de los túneles están adornados con arcos decorativos en sus entradas.
Hoy en día, la Strada delle 52 Gallerie está abierta a los visitantes, permitiéndoles recorrerla de principio a fin, aunque no es una caminata apta para los débiles de corazón. Las ascensiones más altas incluso pueden ser peligrosas. Sin embargo, aquellos que emprendan este viaje serán testigos de una impresionante combinación de naturaleza y habilidad ingenieril.