En Italia, en la región de Apulia, hay una ciudad muy inusual llamada Alberobello, conocida por sus extrañas casas. Aquí está la historia de cómo surgió esta extraña ciudad.
¡La gente hace cualquier cosa y utiliza todo tipo de trucos para evitar pagar impuestos! Y esto no es algo que solo se hace en la actualidad, sino que existían diferentes artimañas incluso en la antigüedad.
En el siglo XVI, el Duque de Conversano trajo campesinos al valle de Itria para que trabajaran sus tierras. Pero la gente necesita un lugar donde vivir, necesita casas. Y para construir una casa, había que pagar impuestos al Reino de Nápoles.
Para evitar pagar impuestos, comenzaron a construir casas con piedra caliza sin unir los bloques con cemento. Advertían con antelación sobre la llegada de los recolectores de impuestos y estas casas podían ser fácilmente desmontadas. Sin casa, no hay impuestos. Así surgió la ciudad de Alberobello. Las casas se llaman trulli. Los construyeron y desmontaron hasta finales del siglo XVIII, cuando el rey Fernando IV de Borbón anexó la ciudad a su reino y eliminó este impuesto.
Los trulli se construyeron hasta principios del siglo XX. Tienen forma redonda, techos en forma de cúpula y están construidos con piedra. Según la leyenda, solo se tenía que retirar una piedra del techo y la casa se derrumbaría. Las cúpulas estaban decoradas con diversos diseños y formas de amapolas, con símbolos místicos especiales o signos del zodiaco.
Es interesante que los trullos, construidos sin ningún tipo de mortero, se han conservado hasta nuestros días. En 1996, fueron incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En Alberobello, los trullos se utilizan como museos, tiendas, restaurantes, tiendas de souvenirs, y algunos todavía están habitados por personas. En muchos trullos, se ha conservado el ambiente del siglo XVIII. Los letreros colocados en la entrada invitan a todos los interesados a entrar.
El topónimo Alberobello (arbor belli – árbol de guerra) indica que este lugar fue una «manzana de la discordia» entre los condes de Conversano y el ducado de Martin. Entre las diferentes entidades feudales, existían ciertas diferencias y el objetivo de cada una era aumentar sus ingresos, colonizar la tierra fértil de Alberobello y establecer allí a los campesinos como súbditos.