La Via Francigena (el Camino Franco) es una antigua ruta que fue la más famosa hacia Roma desde la Edad Media. Peregrinos, comerciantes, soldados y destacadas figuras del arte y la cultura la recorrían, dirigiéndose a los lugares de martirio de los apóstoles. El peregrino más famoso fue el arzobispo Sigerico el Serio, quien compiló la primera descripción detallada de la ruta.
Los peregrinos recorrían el antiguo sendero de la Via Francigena desde Canterbury en Inglaterra, cruzando el Canal de la Mancha, Francia y Suiza hasta llegar a Roma. Al viajar en dirección norte, el camino se llamaba Camino Franco, y al viajar en dirección sur, se llamaba Camino Romano.

Esta ruta de senderismo única pasa por algunos de los lugares más hermosos de Europa, incluyendo los acantilados de Dover, los campos de batalla de la Gran Guerra en el norte de Francia, el lago Ginebra, los majestuosos Alpes, las pintorescas colinas de la Toscana y finalmente termina en Roma. Gracias a esto, los viajeros tienen una gran oportunidad de ver los lugares emblemáticos de varios países a la vez, ya que habrá más de una parada en la ruta.
La Catedral de Canterbury, el punto de partida de la Via Francigena.

Dover

Calais

Arras

Laon

Reims

Châlons-en-Champagne

Bar-sur-Aube

Langres

Besançon

Pontarlier

Lausana

Saint-Maurice

Gran Paso de San Bernardo

Aosta

Vercelli

Pavía

Piacenza

Fidenza

Paso de La Cisa

Pontremoli

Lucca

Siena

Radicofani

Viterbo

Roma. El punto final de la Via Francigena es la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano

Hoy en día, la Via Francigena es un viaje único y desafiante que brinda la oportunidad de experimentar la historia, la cultura y la belleza de Europa.